sábado, 17 de diciembre de 2011

El Graef und Stift

 Es considerada otro de los más famosos automóviles malditos de la historia. Su color rojo sangre parecía augurar un futuro de desgracia para todo aquel que lo poseyera.
El 28 de junio de 1914, el archiduque Francisco Fernando y su esposa la archiduquesa Sophie, fueron asesinados a tiros por Gavrilo Princip, miembro del grupo radical ‘La joven Bosnia’ ,  mientras iban en un bonito coche de época de seis plazas al descubierto fabricado por la marca austriaca Graef und Stift. Este fue el evento que dio inicio a la Primera Guerra Mundial y las primeras muertes en las que el automóvil estuvo involucrado.
  
La leyenda cuenta que todos los dueños de este Graef und Stift han sido víctimas de la mala suerte. El General Portiorek fue el siguiente en poseer este maldito coche. Después de una derrota militar enorme y un amargo viaje a Viena, comenzó a tener problemas mentales y murió en un manicomio.
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El nombre de la siguiente persona propietaria de este coche no se conoce. Todo lo que se sabe es que él era un capitán del ejército. Un día mientras conducía el coche se encontró con dos campesinos que caminaban por la carretera frente a él. Intentó esquivarlos y desviar la dirección del vehiculo, ello hizo que se saliera de la carretera y chocara contra un árbol. Los tres murieron en el accidente.
El coche llegó hasta el gobernador de Yugoslavia. Durante el tiempo que tuvo este coche, sufrió cuatro accidentes distintos en uno de los cuales perdió el brazo. Llegó a la conclusión de que el coche traía mala suerte y su amigo el Dr. Srikis se lo compra riéndose de las ideas de su amigo sobre el coche. A los seis meses de la compra, el Dr. Srikis moriría al volcar con el coche.
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Posteriormente, fue adquirido por Simon Mantharides, un joyero coleccionista de antigüedades. Al comprarlo como pieza de colección, no perdió la vida a su volante, pero se suicidó seis meses después por causas desconocidas.
 El Graef und Stift pasó a manos de otro coleccionista. Se trataba de un médico y, al parecer, comenzó a perder pacientes y a tener problemas económicos. Por este motivo, lo puso en venta. El coche se convirtió en propiedad de un corredor suizo  nada supersticioso: quería probar que aquel modelo no era el portador de ninguna maldición. Tardó pocos días en morir en carretera .
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La historia más curiosa de este caso es la de un rico terrateniente residente en Sarajevo. Un día, mientras paseaba feliz con su nueva adquisición, el Graef und Stift se quedó parado sin motivo aparente. Cuando estaban atándolo a un carro de bueyes para transportarlo al taller, aquel vehículo infernal se puso en marcha súbitamente, atropelló a su dueño y cayó por un barranco.
 Pero la ‘leyenda’ no termina aquí. Aún estando destrozado, Tiber Hirshfield, propietario de un negocio de vehículos de alquiler, lo adquirió, lo restauró y lo pintó de azul. Quizá esperaba que el cambio de color acabase con sus ‘instintos asesinos’. No fue así. Las características de este modelo austriaco lo convertían en el coche perfecto de una boda. La primera vez que fue utilizado para este fin, trató de pasar una larga fila de coches cuando el coche misteriosamente se salió de control y se estrelló. Cuatro de los cinco murieron en el accidente.  Hirshfield,  hacia las veces de chófer, fue su  último dueño en fallecer.
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Este coche maldito está expuesto   en el “Heereschichtliches Museo de Viena”. El edificio parecía un imán para las bombas aliadas en la II Guerra Mundial: la mayor parte de la colección fue arruinada en la contienda. Casi toda, menos el Graef und Sift de los archiduques de Austria: un perfecto superviviente que bien podría compararse con un asesino en serie.
Sin duda un enigmático vehiculo que por suerte ve pasar el paso del tiempo dentro de las cuatro paredes de un museo, maldito o no, mejor que se quede ahí para siempre.

martes, 22 de marzo de 2011

El Porsche maldito

Porsche 550 James Dean Little Bastard




   Hoy vamos a conocer a terrorífica historia de un coche muy concreto, el más famoso de todos los 90 Porsche 550 Spyder que fueron fabricados. Corrían los años 50 y el actor James Dean gozaba de la fama en el cine y en las carreras de coches deportivos.


Como el Porsche 356 Speedster no era suficiente para él, decidió comprar un 550 Spyder durante el rodaje de la película “Gigante”. Era una solución temporal, pues había engargado un Lotus Mk X, pero no estaría a tiempo para correr en Salinas, California. El pequeño Porsche pesaba 550 kg y rendía 110 CV. James Dean quería un coche único, como él. Se lo personalizó George Barris, poniéndole asientos de tela escocesa, el número 130 y dos tiras rojas en la parte trasera sobre las ruedas. Se le apodó “Little Bastard” por la dificultad que suponía conducirlo.




El 17 de septiembre de 1955 James Dean rodó esta pequeña entrevista para un programa de televisión, advirtiendo de la diferencia entre correr en las carreteras y en los circuitos. Animaba a la juventud a tomarse las cosas con más calma y a conducir con precaución. Debido a su posterior muerte, nunca se emitió, pero apareció en VHS en 2001 y posteriormente en los contenidos extra del DVD de “Rebelde sin causa” en 2005 (una de sus tres películas).


El 30 de septiembre Dean y su mecánico partieron para Salinas para competir, remolcando el Porsche en un Ford Country Squire Station Wagon. Dean se decidió a conducir el coche, para cogerle mejor el puntillo antes de competir, y fue por la carretera junto al Ford conducido por uno de sus asistentes, Bill Hickman. A eso de las 15:30 pararon a los dos coches por exceso de velocidad, Dean recibió una aviso por circular a 105 km/h en zona de 89 km/h, una minucia. Después de eso, hubo una parada para repostar en Backwell’s Corners, una gasolinera. Dean y su mecánico Rolf habían dejado muy atrás al Ford Country Squire, que iba más despacio al tener remolque.  El Ford conducido por Hickman acabó llegando a la gasolinera, y Hickman le dio a Dean una última advertencia.e dijo que debía circular más despacio, y que además, su coche bajo y plateado resultaba poco visible, al confundirse con el asfalto. La desgracia ocurrió en el cruce de la Route 466 (actualmente Highway 46) con la Route 41, por entonces un conocido punto negro, un tramo de concentración de accidentes.


El Porsche de James Dean fue embestido frontolateralmente por un 1950 Ford Custom Tudor Coupe conducido por un estudiante, Donald Turnupseed, que aparentemente iba muy rápido, giró a la izquierda y no vio al pequeño coche alemán. Inicialmente se creyó que Dean murió en el acto, pero fue desmentido por el testimonio de unos policías en 2005, que le vieron agonizar.




Porsche 550 James Dean Little Bastard



Dean ingresó muerto en el Hospital a eso de las 17:59, el mecánico sobrevivió, pero murió en accidente de tráfico en Alemania en 1981, tras varios intentos de suicidio. Donald murió en 1995 de cáncer de pulmón a los 64 años. No está probado que Dean fuese rápido, aparentemente su velocidad era de unos 89 km/h, legal para el tramo y la época.
Tanto Dean como Rolf no tenían puesto el cinturón de seguridad.


Porsche 550 James Dean Little Bastard


George Barris decidió quedarse con el coche por 2.500 dólares de la época, comprándoselo a la aseguradora. Los restos del coche se trasladaron a su taller, donde se cobró su siguiente víctima. Al bajarlo del camión se rompieron las cuerdas de sujección, cayendo encima de un mecánico al que le fracturó ambas piernas.


El motor se vendió a Troy McHenry y la caja de cambios a William Eschrid, ambos pilotos de carreras. Poco después, cuando uno competía contra el otro, McHenry perdió el control y se golpeó contra un árbol, muriendo en el acto. Eschrid quedó gravemente herido en la misma carrera al perder el control en una curva por fallo mecánico.


 Barris también vendió dos ruedas aprovechables del Porsche 550 Spyder a otro piloto, que tuvo la mala suerte de que ambas le reventaron provocando su salida de la carretera, estuvo en coma. Por si fuera poco, dos ladrones que intentaron robar el volante y uno de los asientos sufrieron heridas y desistieron de su intento.


Barris empezó a pensar que el coche estaba maldito y decidió deshacerse de él, pero contactó con él la policía de tráfico de California, para exhibirlo en charlas de seguridad vial. 


Se llevó a un garaje que salió ardiendo por completo, pero el coche resistió a las llamas y se llevó a otro lugar.


También fue exhibido en un instituto de secundaria de la zona, donde el coche se cayó del expositor y rompió la cadera a un estudiante. Barris, harto del coche, lo mandó a un desguace. De camino a Nueva Orleans un turismo chocó contra la parte posterior del camión que lo transportaba.
Ese conductor quedó sepultado bajo los restos de “Little Bastard” y también halló la muerte. 


En otros dos intentos de llevarlo al desguace, el coche se cayó dos veces pero sin causar víctimas. A partir de aquí, las fuentes se contradicen. Una dice que se mandó devolver el coche a Barris y desapareció durante el camino (la que sostiene el propio Barris).


Otra fuente dice que se reconstruyó el coche para una exposición en 1960, pero que también desapareció durante el traslado y aquí se pierde el rastro a ese maldito coche durante años. En Jalopnik cuentan que existe una pieza en el Historic Auto Attraction Museum (Illinois, EEUU) pero que no se atreven a comprobarlo.


En una búsqueda posterior un restaurador acabó dando con el eje trasero original del coche, pues el número de bastidor coincidía.


Espero que hayáis disfrutado de esta entrada.

miércoles, 27 de octubre de 2010

El Aeromodelismo


 

Un Piper Cub J3, una fiel replica del avión original
              El aeromodelismo es una forma de entretenimiento en la cual, a veces es necesario adquirir unos determinados conocimientos sobre aeronáutica, construcción, diseño, etc. Pero con los avances tecnológicos con tener unos pocos conocimientos sobre construcción ya podemos volar nuestro primer ARF ( Almost Ready to Fly = casi listos para volar).

 En  España es considerado como un hobby, y siempre se ha dicho eso de ``son avioncitos de juguete´´ pero que en algunas ocasiones esos juguetes pueden llegar a costar mas que un coche del mercado y puede llegar a ser bastante peligrosos.

       En algunos países es considerado como un deporte y una profesión, por lo cual   hay personas experimentadas que su trabajo consiste en volar unas determinadas horas.  

      Volviendo al tema, al que quiera entrar en este mundo, lo tiene más fácil que hace unos año. Ahora ya tenemos en el mercado los ARF que vienen constridos casi en su totalidad.

      ¿Se puede practicar el aeromodelismo sin necesidad de papeles?   La respuesta es sí, pero no es muy recomendable ya que nos podemos meter en un buen lío con las autoridades.  Mi primera recomendación es que te pases un fin de semana por algún campo de vuelo y preguntes todo lo que sea necesario, ya que, te informarán hasta donde te puedes comprar un aeromodelo con todo lo que se necesite.

   En definitiva, este deporte, hobby, afición o como lo queráis llamar es un mundo precioso y si de verdad os queréis meter en él MERECE LA PENA.